Mientras recopilo y extraigo alguna conclusión de mi pequeña encuesta de la semana pasada, y que espero compartir en breve con vosotros por aquí, me he acordado de algo que llamó mi atención hace poco a raíz de empezar a utilizar un disco externo como almacén de todas mis imágenes y un único catálogo de Lightroom asociado a todas ellas -y que ya os detallé en su momento-. Tener visibilidad completa de un solo plumazo de todas tus fotos, además de ser muy práctico (mientras el catálogo no sea demasiado grande y el ordenador tire del carro), me hizo, con ayuda del filtrado por fechas de Lightroom, poder ver cuántas fotos he ido sacando a lo largo de los años (obviamente, desde que hablamos de cámaras digitales, que en mi caso data de 2002).
Sé que es quizás una curiosidad un poco tonta, pero nunca había hecho uso del filtrado en Lightroom para este fin (el filtrado por fechas, tags, procesados, keywords, etc, es parte del día a día y una de las herramientas más potentes de las que dispones al manejar tu catálogo y de las que obviamente hago frecuente uso). Así que ni corto ni perezoso, me decidí a extraer los datos que allí se me presentaban y construí la gráfica que os enseño a continuación:
En ella podéis ver la evolución del número de imágenes que he ido sacando a lo largo de los años, desde el 2002 (en el que me regalaron mi primera cámara digital), hasta el año pasado. No he contabilizado las fotos del presente año por no desvirtuar la curiosidad que me ha llevado a escribir esta entrada, y es que si os fijáis, hay un salto cuantitativo considerable en el año 2007 en relación con los anteriores, año en que me me regalaron mi primera -y única por ahora- cámara réflex. Desde entonces, la evolución en número ha sido considerable, a excepción del año 2008, que siendo sincero y por más vueltas que le doy, no consigo recordar a qué es debida esa disminución tan acusada respecto al 2007 (alrededor del 50%). Lo mismo tuve la crisis del novato, que después de comprarse la megacámara y sacar fotos a todo lo que se mueve, se da cuenta de que el equipo no es lo más importante, y al no ver los resultados esperados, cae en una depresión fotográfica :-).
Sé que la entrada de hoy puede sonar a autobombo, pero nada más lejos de mi intención. Me parecía un dato muy curioso y quería compartirlo con vosotros. Tened buena semana.
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