Se está convirtiendo en costumbre cada cierto tiempo hacer alguna pequeña modificación en mi flujo de trabajo. Y como en ocasiones anteriores, dónde ya compartí con vosotros tanto dicho flujo -con alguna pequeña actualización-, como mi método para realizar las copias de seguridad, os traigo hoy aquí los detalles de cómo queda la cosa, por ahora… Y sí, hoy pretendo ser mucho más conciso de lo usual. Veamos qué tal sale.
En la última actualización que os menciono más arriba, os decía que había cambiado el volcado de las imágenes al disco duro del ordenador por la descarga de las mismas a un disco duro externo de 2,5» y 160 GB. Disco que contenía además el catálogo de Lightroom asociado a dichas imágenes, de manera que allí donde fuera con dicho disco podía acceder a mi catálogo siempre y cuando el ordenador al que lo enchufara tuviera dicho programa instalado. De igual manera, también os comentaba un par de problemillas o pequeñas pegas. Uno, la capacidad del disco. Sus 160 GB tan sólo me permitían llevar encima las fotos más recientes o sobre las que estaba trabajando en ese momento y no todo mi catálogo de imágenes (de ahí la farragosa razón de usar 2 catálogos como os explicaba en mi primer post sobre el tema). El segundo dilema, era la lentitud en el procesado de imágenes desde un disco externo.
Pues bien, ambos problemas han quedado solventados. Respecto al segundo, ya os hice saber en su día la solución: mi flamante Mac Mini que, a pesar de su tamaño, se maneja perfectamente con Lightroom y un disco externo. Y sobre el primero, más sencillo aún: sustituir los 160GB por un disco de 1TB. En concreto, el Western Digital Elements Portable. Ahora me paseo por ahí con toda mi colección de 30.000 imágenes, con todo disponible y sin los líos de manejar más de un catálogo de LR. (more…)